TAKEN

Seguro la viste o quizás oiste hablar de ella. Es Taken, la miniserie de Steven Spielberg sobre una de sus pasiones: los extraterrestres y su relación con los seres humanos.




Es propio del ser humano sentir fascinación hacia lo desconocido. Ese sentimiento mezcla de temor y curiosidad se alimenta con mitos y leyendas, creencias y rumores, misticismo y deducción. Ni que hablar si nos referimos a seres que habitan otros mundos, tipos de cabeza ovalada, de cinco metros de altura (también los hay de 50 cm) y con la increible capacidad de comunicarse telepáticamente. Esa fantasía o realidad que vuelve loco a Fabio Zerpa, fue tema de innumerables películas; y de la mano de Steven Spielberg en la dirección (y de Leslie Bohem en la pluma) llegó a la TV en diez capítulos donde cuatro generaciones y tres familias son parte de los famosos encuentros cercanos del tercer tipo. Los extraterrestres, con una avanzada tecnología, visitan la Tierra y comienzan a experimentar con estas familias, buscando que haya una cruza entre estas para obtener seres humanos con características y dones muy especiales. Nos vamos encontrando así generación tras generación, con la familia Clarke, que posee genes extraterrestres; con la familia Keys, que es secuestrada para realizar raros experimentos; o la familia Crawford: gente sin escrúpulos que trabaja en el gobierno y que es capaz de todo por conseguir la meta más codiciada: hacer contacto con los visitantes.
Cuando nos acercamos al final, los visitantes hacen una cruza Clarke-Keys, surgiendo la niña que será el final del experimento ET y que mostrará poderes asombrosos: Allie Keys. Protagonizada por Dakota Fanning, Allie mostrará una gran variedad de poderes fantásticos a través de los últimos episodios de la serie. Entre estos poderes, se cuentan los siguientes: detener el tiempo, introducir imágenes en la mente de las personas, capacidad para tele transportarse, poder desactivar implantes ET, etc.
En forma completa llega esta miniserie de la cual una vez que la comiences a ver, no podés levantarte a calentar la pava para hacerte unos mates y dejarla corriendo porque todo transcurre en forma veloz y vas a perderte varios detalles relevantes.