HACER POR HACER

M
e he encontrado con amigos en estos días a los que les he contado que estoy hace unas semanas escribiendo este blog y que me llena de alegría ver la cantidad de gente que ingresa, los mensajes, la comunicación entre personas de distintas etnias y lugares geográficos. Acoto además que llevar a cabo esta tarea requiere tiempo, dedicación y ganas, pero sobre todo amor. Una vez que culmino mi idílico discurso sobre el placer espiritual llega la pregunta de rigor: ¿Y cuánto te deja? ¿Sacás algo de guita con eso?Es obvio que el capitalismo salvaje ha grabado en nuestro chip interno que NO tiene sentido emprender trabajo alguno si no tiene como contrapartida un dividendo económico que sirva para comprar, como mínimo, la última juguera con mp3 que salió al mercado. El arte de acumular objetos para un sentimiento de autosuficiencia y progreso, se ha transformado en la única meta de gran parte de nuestra sociedad, sin distingos de clases sociales. La idea de Cristo donándonos máximas para nuestro mejor vivir provoca como mínimo una sonrisa irónica. Confesar que te sentís bien haciendo algo aunque no cobrés un centavo es mirado como una obra de un émulo de Corky. Dar rienda suelta a tus sueños sin caer en la trampa del 9 a 18 de lunes a viernes es presentado como una quimera.

Yo te diría que abstraigas tu mente de esta fucking realidad y pongas vos el primer ladrillo imaginario para cambiar la forma de pensar en este planeta cada vez más gris. Una vez que completemos la primera hilera serán muchos más los que creerán en la construcción de ese castillo en el aire.