Quien aquí suscribe es bowista, bowiense o como la RAE quiera denominar (si aceptó alverja, por qué no podría llegar a crear un nuevo término como este). Y es que uno recorre muchísimas carreras pero en muy pocas encuentra alguien que realmente defina en forma real el significado de la palabra artista. Y la de Bowie es la de un ARTISTA con todas las letras. Siempre buscando innovar, adoptando un look diferente para cada ocasión y en muchas ocasiones, columpiándose desinteresadamente en un trapecio a 200 metros de altura y sin red. Como aquí, en este grupo que compartió con virtuales desconocidos y que determinó un cambio radical a lo presentado por el Duque Blanco hasta el momento.
Ataviados de traje negro y corbata, con un sonido visceral que anticipó al movimiento grunge por un par de años, Tin Machine fue la navaja que cortaba la piel suave del final de la década de aquellos poperos 80's. Un Bowie barbado y desaliñado, un guitarrista pirotécnico que alternaba distorsión y ruido de manera visceral (Reevees Gabrels) y dos hermanos con su bajo y batería cimentando en forma contundente la base de los temas (Tony y Hunt Sales) se encargaban de crispar los nervios del oyente medio desprevenido que buscaba referencias a Tonight o Let's Dance. La historia no duró mucho, de 1988 a 1992, ya que sus discos pasaron desapercibidos para el gran público a pesar de contar con buenos temas.
Este que hoy comparto con ustedes es el epílogo de la banda, una obra con distintos registros en vivo resumiendo el material de sus dos discos anteriores. No es lo mejor de Tin Machine, si una excelente fotografía de la escencia de su propuesta y de lo que ofrecía en sus conciertos: experimentación, dureza, anarquía, improvisación, riesgo, desprolijidad. El comienzo con la descontracturada versión del tema de Brian Ferry del Roxy Music del 72 If There Is Something, lo que hubiera sido una balada en manos de otros deformada sónicamente en Amazing, la ultraacelerada perfomance de Under The God y la interminable Heaven's In Here son los puntos más destacados para que, si nunca los escuchaste, te des una idea cabal de lo que trata este período bisagra del David.



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